como hacer un curso en línea

¿Cómo hacer un curso en línea?

El concepto de “cursos en línea” no es reciente, ni tampoco surgió derivado de las complicaciones por la pandemia del COVID 19, que orilló a todas las instituciones educativas a desarrollar un modelo alternativo; para la gran mayoría, fue un cambio abrupto, para unas cuántas, no del todo, pues ya se venían desarrollando procesos de educación en línea con anterioridad.

El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, fue pionera junto con la UNAM en México, a fines de los años noventas, en el desarrollo de los modelos virtuales de aprendizaje. En aquellos años y durante gran parte de la primera década del año 2000, los modelos de educación virtual, como se les llamaba en esa época, constaban de una estructura prácticamente asíncrona, es decir, el usuario tenía que ingresar a una plataforma para acceder a los contenidos y desarrollar las actividades programadas, sin embargo, el nivel de deserción era significativo.

Con el desarrollo de software especializado en plataformas síncronas y las conexiones de fibra óptica de internet, que han mejorado notablemente la velocidad de datos, la videoconferencia se perfila como instrumento favorito para impartir capacitación en línea, no obstante, se requiere de una estrategia didáctica para establecer una sesión síncrona, empleando el video en tiempo real como herramienta.

Mary Meinecke, profesora de inglés de la Universidad de Monterrey, y especialista en temas de tecnología educativa, propone una serie de tips muy prácticos para impartir cursos en línea, bajo la modalidad de videoconferencia, los cuáles comparto a continuación:

  • Comunicar expectativas: las personas convocadas a un proceso de capacitación, siempre desean saber en qué va consistir el curso, y el tiempo que deben invertir en ello, por lo que proveer a los participantes de esta información previo al comienzo del curso o de cada sesión, ayudará eliminar la incertidumbre.
  • Encender las cámaras: este es un tema interesante y que se ha prestado a debate. Hay muchos instructores que se sienten más cómodos con la cámara apagada y otros no tanto. Esta decisión debe recaer en el criterio de cada persona.
  • Compartir la agenda de la sesión: ofrece a los participantes claridad y precisión sobre los temas que se van a abordar en el día. Es muy útil sobre todo para retomar el hilo del contenido en caso de que el usuario deba ausentarse por espacio de media hora o más.
  • Preguntar con frecuencia: los monólogos elaborados por el instructor no son la mejor idea para un curso en línea, muy por el contrario, se requiere de la participación en conjunto de todos. Hacer preguntas con cierta frecuencia, ya sea dirigidas a una persona o a todo el grupo, ayudará a mantener cautiva la atención.
  • Realizar encuestas: este recurso es muy útil para medir el nivel de atención y de comprensión de cada participante. Hay muchos programas gratuitos que pueden utilizarse para representar en pantalla las respuestas obtenidas a nivel grupal o individual. Esto ayudará a saber información valiosa como detectar que usuarios están comprendiendo, quiénes no, y quiénes no están ni siquiera dentro de la sesión.
  • Planea cada sesión: los momentos síncronos deben ser planeados con cierta rigurosidad, pues el tiempo promedio de una sesión en línea es limitado. Se sugiere implementar momentos para dialogar, para debatir, para aplicar un sondeo, para desarrollar actividades.

Concluyendo:

La participación del instructor debe fomentar el aprendizaje colaborativo. No podemos replicar la misma forma en que damos capacitación de manera presencial, donde más del 80% del contenido se expone a través de la vía del presentador. Por ello, es importante establecer estrategias que permitan captar el mayor tiempo de atención de la audiencia.

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