Muchas veces nos preguntamos el por qué los participantes a un curso en línea se agotan muy pronto o incluso se aburren. Además de los atributos que debe tener un instructor como facilidad de palabra, claridad y énfasis en la voz, debe contemplar el uso adecuado de herramientas pasivas y activas para implementar estrategias que permitan a la audiencia mantener la atención sostenida.

En este artículo encontrarás algunas recomendaciones que Isabel Adams hace en torno al manejo de dichas herramientas para facilitar el proceso de instrucción en línea

Los humanos somos seres en constante evolución y debemos adaptarnos al cambio. La pandemia ha traído consigo grandes adversidades, pero también enseñanzas valiosas que han originado mecanismos de adaptación para proseguir con nuestras vidas de la mejor forma posible.

La educación en línea se ha convertido en un parteaguas con el uso de la videoconferencia, que si bien es cierto que ya era utilizada antes del confinamiento, sin duda incrementó su eficacia en esta etapa, permitiendo que centros educativos y de formación pudieran resolver el problema de la presencialidad.

Durante este año nos hemos visto en la necesidad de discernir si es conveniente llevar a cabo juntas virtuales o presenciales, pues los efectos mortales de la pandemia se han reducido significativamente. Al parecer en algunas empresas han optado por un modelo híbrido en el que se conjuguen simultáneamente la presencialidad y la virtualidad. Esto sin duda representa un reto para toda aquella persona que se encuentra en la sala de juntas y que tiene que dirigirse a ambos públicos. ¿Qué implicaciones tiene este nuevo escenario?