instructor interno

Competencias de un buen instructor interno.

Las competencias de un buen instructor.

El campo de la capacitación requiere de profesionales equipados con habilidades específicas, capaces de realizar tareas cada vez más complejas. La preparación que tiene un instructor hoy en día no es comparable con aquellos que desempeñaban esta labor hace 25 años.

Uno de los componentes que ha propiciado que los instructores desarrollen un número mayor de competencias, son los avances tecnológicos, los cuales proveen diversas herramientas para el desarrollo de su trabajo, como lo es la elaboración de un manual de capacitación, el diseño de una presentación para exponer, el uso de herramientas de autor para desarrollar un storytelling de un onboarding, etc. Pueden incluso utilizar o elaborar recursos de todo tipo, desde imágenes fijas, hasta animaciones, videos o infografías interactivas.

Ahora bien, no todos los que se dedican al oficio de desarrollar e impartir cursos ponen en puesta todas estas habilidades, muchas veces se tiene la creencia de que el instructor no es capaz de abarcar otras competencias propias del animador digital, el diseñador gráfico, o el experto en corrección de estilo, sin embargo, la apuesta es conocer y aplicar la mayor cantidad de recursos posibles para fortalecer el trabajo cotidiano. A esto se le conoce como acumulación de talentos (Colamed, 2022).

Un aspecto importante de la acumulación de talentos o pila de talentos, es la idea de que no se necesita experiencia en todas las habilidades de la pila; basta demostrar capacidad dentro de una área, ser competente en otras habilidades y continuar practicando. El término fue acuñado por Scott Adams, creador del cómic Dilbert. Él mismo señala que tiene buenas pero no excelentes habilidades de dibujo, escritura, humor y marketing. Para su sorpresa, estos se combinaron en una carrera muy exitosa como dibujante.

Ahora bien, ¿cómo se aplica todo esto dentro del ámbito de la capacitación?. Pongamos un ejemplo: Un diseñador instruccional.

Un buen diseñador instruccional debe tener desarrolladas estas competencias, si no al nivel de excelencia, por lo menos debe mostrar ciertas capacidades.

  • Uso correcto de la escritura: capacidad para escribir con claridad diversos formatos como guiones para rapid learning, manuales de capacitación, guiones para video didáctico,
  • Andragogía: Conocimiento sobre la forma en como aprenden las personas adultas, así como detección de mejores prácticas para transferir el conocimento en forma efectiva.
  • Tendencias del diseño instruccional: Utiliza procesos modernos de diseño instruccional y los adapta según sea necesario. Así mismo incorpora el diseño de experiencia de usuario para crear ambientes de aprendizaje retadores y creativos.

Para concluir, la acumulación de talentos es una forma de especializarse dentro del campo profesional, adquieriendo habilidades y conocimientos de áreas propias de otras disciplinas, sin necesariamente dominarlas por completo. Un instructor debe conocer todos los recursos didácticos o tecnológicos que estén a su disposición con la finalidad de hacer de su labor, un trabajo profesional de la mayor calidad posible.

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