El enemigo del instructor dentro del aula
Los teléfonos celulares existen desde hace muchos años, sin embargo, la tecnología ha hecho de este artefacto un objeto de uso imprescindible para la vida de muchas personas.
Desafortunadamente muchas personas no pueden prescindir de el, incluso en el transcurso de momentos importantes en el trabajo, como lo es una reunión, una presentación de proyecto o una capacitación.
¿Cuál es el papel que debe tomar el instructor para prevenir el uso de estos dispositivos durante la sesión en el aula? ¿Qué estrategia seguir para que la atención perdure la mayor parte del tiempo?
Beth Brashear, experta en entrenamiento de instructores internos, recomienda algunas acciones encaminadas a facilitar el flujo de la sesión para beneficio del instructor
1) Establece reglas muy claras desde el principio
La primera pantalla de tu presentación, deberá contener “las reglas del juego”, entre ellas, se recomienda incluir el uso de los dispositivos móviles en el aula. Te comparto un ejemplo a manera de acróstico CRASH(porque si el curso es quebrantado en alguna de estas normas, se rompe la dinámica y el rimo.
- Constante participación
- Respeto a los compañeros
- Arribar a tiempo después del receso
- Silenciar celulares
- Hacer preguntas
Al momento de analizar la importancia de eliminar la distracción de los dispositivos móviles en conjunto con la audiencia, se recomienda hacer la conexión de esta acción con respecto a la importancia del respeto a los compañeros, mencionado en el punto dos del acróstico.
Es fundamental hacer notar que se puede consultar el celular periódicamente, a discreción, siempre y cuando ésta acción no se lleve a cabo durante las sesiones de trabajo que se realicen en la sesión, o durante la presentación de la ponencia de algún compañero.
Una buena estrategia es pedir que depositen los celulares en una bandeja; éstos serán devueltos una vez que concluya la capacitación.
Asegurarse de informar a los participantes desde el comienzo del curso, cuándo se realizarán las periodos de descanso para que puedan atender correos electrónicos, o realizar llamadas.
2) Atraer a la audiencia usando variedad de estrategias de participación
Procurar realizar sesiones dinámicas en donde el participante se involucre junto con su equipo de trabajo para realizar tareas constantes encaminadas a fortalecer su propio aprendizaje. Esto lo mantendrá alejado por un buen tiempo de todo los distractores electrónicos.
Se sugiere cambiar de estrategia de enseñanza constantemente. Los periodos de atención se han reducido considerablemente en las nuevas generaciones de participantes. Es imposible que una persona ponga atención ininterrumpida por más de 30 minutos, así que se recomienda combinar quince minutos de exposición teórica con un ejercicio, actividad, elaboración de proyecto en equipo, etc.
Evitar realizar exposiciones teóricas justo después de la comida o cerca o al final de la jornada. Hacer una exposición de conceptos después de comer, será inútil pues la energía del cuerpo está concentrada en la digestión. Algunos de los asistentes seguramente padecerán episodios de sueño, por lo que se recomienda iniciar con una actividad para despejar la somnolencia o la fatiga.
3) Técnicas de intervención
Probar técnicas de intervención sutiles para disuadir en los participantes el uso de los dispositivos electrónicos. Por ejemplo, caminar cerca del área en donde se localizan estas personas y continua con la exposición del contenido por un periodo de tiempo razonable para que el participante disuada de su propósito.
Cuando esta técnica no tenga resultados, entonces escalar a un segundo nivel de intervención. Se sugiere convocar a un receso y llamar en privado al participante para exponerle lo siguiente: “ Me parece que no lograrás el aprovechamiento máximo del curso si atiendes tus mensajes y correos electrónicos”.
El deber del instructor interno es insistir en que si la persona hace uso de los dispositivos móviles o computadoras para realizar deberes de la oficina, mientras se atiende a una jornada de capacitación, propiciará que la empresa para la cual trabaja pierda dinero invertido en él.
